domingo, 6 de abril de 2008

Lapsos

No es lo mismo verla venir
que tenerla encima

por ejemplo un día empezó a moverse
la maquinaria de la vida cambió de ritmo
cuando ella entró por la puerta
dejó en el portal su cara de niña buena
el resplandor de luz que le nacía por la espalda
y se le extendía por todo el rededor
cuando jugaba en el parque y todo era blanco
su vestido la luz su conciencia
todo eso ayer
como si el tiempo arbitrario hubiera
decidido que los años entre su infancia
y hoy
que entra por la puerta
con otro semblante
con paz al menos
y se sienta en la mesa como esperando
que le traigan un vaso con agua
y una pastilla para la migraña
pero a cambio tiene dos rostros inmóviles que
ahora que saben que van a tener su primer nieto
comprenden que el tiempo nunca
desaparece tan fácilmente
que en cualquier momento el peso
de tantos años olvidados cae sobre uno
como un piano así en la cabeza
y el sonido es más doloroso que el golpe