Todos los días subo
a los buses y una gorda a la par me estornuda,
todos los días
un piedrero me tiende la mano y se la doy,
todos los días soy parte
del tránsito asqueroso de las monedas
y tanta mierda
que alberga el dinero,
todos los días el frío
me reseca los huesos
y alguien me menciona la porcina
como mentarme la madre,
en resumen todos los días
la crísis.
Pero cuando me enfermo,
cuando realmente soy vulnerable
es cuando
por un instante
me olvido de mi.
jueves, 16 de julio de 2009
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