Me despedí de ella
y unos pasos después noté
que tenía el corazón azul
que se me salía por la camisa
coagulado y azul.
Miré a la gente que pasaba
indiferente indiscutible.
Me miré el pecho de nuevo
y un bulto se me salía cada vez con más violencia
sentí una tragedia aproximarse.
Venas azules y moradas
se me extendían por el cuerpo
como enredaderas.
Volví a mirar la gente del bulevar
sólo pude caminar
respirar
y por nada del mundo
mirar atrás.
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3 comentarios:
¿Y cómo pintar sobre el azul...?
pero si el flaco viene y receta como buen compay al mundo vivir de azul... encima un azul sin domingos... y que hay mas siniestro que un domingo tildado, decime?
na...
entonces, porque no embriagarse de azul y vivir andando por fin librados del domingo?
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